domingo, 1 de agosto de 2010

Análisis económico: la tecnología y los productos que de ella se derivan, son elementos de mercado, por lo que tienen un precio.
Los factores relacionados con este análisis son:
Los costos de fabricación (de materias primas, del transporte, etc.).
La duración del producto, el servicio posterior a la venta, etc.)
El valor social (símbolo de bienestar o lujo).
La posibilidad de venderlo en el mercado (interno o exportarlo).
La relación costo/ beneficio.

Análisis comparativo: permite reconstruir y estudiar las distintas maneras tecnológicas con las que se puede resolver un mismo problema. Existen distintas respuestas a un problema que, permiten agrupar productos y formar filas que se pueden comparar en términos de historia, de creatividad y originalidad, de eficiencia, de disponibilidad de recursos.
Pero, algunos de ellos proponen soluciones que no ofrecen los demás. Esta suele ser su ventaja comparativa respecto de la competencia.

Análisis de impacto: es un punto central de reflexión en una formación en cultura tecnológica: los alumnos deben aprender a evaluar, con juicio crítico, los efectos que la tecnología puede traer a los seres vivientes y al planeta en su conjunto.
Debemos considerar que todo producto tecnológico es capaz de incidir, tanto positiva como negativamente.

Análisis de los cambios tecnológicos: los productos tecnológicos tienen su historia. El análisis histórico se dedica a la búsqueda de los antecedentes, a la reconstrucción de los orígenes del producto y a sus cambios a través de tiempo.

El análisis histórico considera los procesos de transformación que comienza a desarrollarse desde el primero hasta el último producto que cumple la misma función social; también, nos permite preguntarnos por los usuarios, sus modos de vida, sus hábitos y valores, etc.

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